Ventilación saludable del gallinero

El flujo de aire correcto es fundamental para una parvada de aves de corral saludable y productiva. A continuación, repasamos los pasos básicos para lograr aire fresco a la temperatura adecuada.

La ventilación es uno de los elementos más cruciales en el bienestar y la producción de los pollos de engorde.
El sistema correcto no solo asegura un intercambio de aire adecuado en todo el gallinero, sino que también elimina el exceso de humedad de la cama, mantiene los niveles de oxígeno y dióxido de carbono y regula la temperatura dentro del gallinero.

Objetivos y legislación
Legalmente existen ciertos requisitos de calidad del aire que un sistema de ventilación debe poder proporcionar.

Partículas de polvo
Humedad <84%>
Amoníaco
Dióxido de carbono <0,5%>
Sin embargo, los objetivos de la calidad del aire deben ir más allá de los requisitos legales básicos y buscar proporcionar el mejor entorno posible para el bienestar, la salud y la producción de las aves.

Tipos de sistemas de ventilación
Con mucho, la configuración más común en el sudeste asiático es un sistema de entrada lateral de extracción de crestas.
Los ventiladores ubicados en el vértice del techo extraen aire cálido y húmedo a través de la casa y hacia afuera a través de la cresta. La eliminación del aire crea una presión negativa en el espacio aéreo, lo que atrae aire fresco a través de las entradas montadas a lo largo del costado de la casa.
Los sistemas de extracción lateral, que eliminaban el aire a través de los lados de la carcasa, quedaron efectivamente obsoletos con la introducción de la legislación de Prevención y Control Integrado de la Contaminación (IPPC). Los sistemas de extracción lateral infringieron la ley porque el polvo y los escombros extraídos de la casa se expulsaron a una altura demasiado baja.

Del mismo modo, los sistemas de ventilación cruzada que aspiraban aire por un lado, a través de la parte superior de la parvada y luego lo veían por el lado opuesto, también infringían las normas de la CIPF.

El único otro sistema que se utiliza actualmente en el sudeste asiático es la ventilación de túnel. Esto lleva el aire hacia arriba en el extremo del hastial, a lo largo de la cresta y hacia afuera a través del hastial opuesto. Es menos eficiente que el sistema de extracción de crestas de uso común y se limita en gran medida a ser una fuente adicional de flujo de aire a altas temperaturas.

Señales de mala ventilación
El equipo de monitoreo y la comparación de gráficos a partir de los datos recopilados sobre la temperatura y la calidad del aire deben proporcionar una advertencia temprana de cualquier anomalía. Los indicadores clave, como los cambios en la ingesta de agua o alimento, deberían impulsar la investigación del sistema de ventilación.

Aparte del monitoreo automático, cualquier problema con el sistema de ventilación debe ser detectado en la atmósfera del galpón de engorde. Si el ambiente se siente cómodo para estar de pie, es muy probable que el sistema de ventilación esté funcionando bien. Pero si el aire se siente incómodamente bochornoso o cerrado y hay un olor a amoníaco, entonces los niveles de temperatura, oxígeno y humedad deben investigarse de inmediato.

Otros signos reveladores incluyen el comportamiento esporádico de las aves, como una distribución desigual de la bandada en el piso de la casa. Agruparse lejos de partes del cobertizo o aves que están acurrucadas podría indicar que el aire no está circulando correctamente y que se han formado puntos de aire frío. Si las condiciones continúan, las aves pueden comenzar a mostrar dificultades respiratorias.

Por el contrario, cuando las aves tienen demasiado calor, pueden separarse, jadear o levantar las alas. La ingesta reducida de alimento o un aumento en el consumo de agua también pueden indicar que el cobertizo está demasiado caliente.

Mantener el control a medida que cambian las condiciones
Durante los primeros días después de la colocación, la ventilación debe establecerse para promover niveles más altos de humedad relativa entre 60-70%. Esto permite que se desarrollen las membranas mucosas del tracto respiratorio. Un nivel demasiado bajo y los sistemas pulmonar y circulatorio pueden verse afectados. Después de este período inicial, la humedad se puede reducir al 55-60%.

Aparte de la edad, la mayor influencia en la calidad del aire son las condiciones fuera de la vivienda. El clima caluroso del verano y las condiciones de congelación en el invierno deben ser controladas por el sistema de ventilación para lograr un ambiente uniforme dentro del cobertizo.

Verano
Un aumento de 4 ° C en la temperatura corporal puede causar muertes, pero muchas de las muertes atribuidas al clima cálido se producen cuando la humedad aumenta junto con la temperatura.

Para perder el calor corporal, los pájaros jadean, pero el mecanismo fisiológico requiere abundante aire fresco y seco. Por lo tanto, cuando las temperaturas superan los 25 ° C en verano, es importante entregar la mayor cantidad de aire fresco posible a la altura de las aves. Esto significa colocar las entradas en una abertura más amplia para dirigir el aire frío hacia abajo.

Además de la extracción del techo, es posible instalar ventiladores en los hastiales de un edificio. Durante la mayor parte del año, estos ventiladores no se utilizan, pero si las temperaturas aumentan, la capacidad adicional se activa y puede volver a controlar las condiciones rápidamente.

Invierno
A diferencia de los controles de verano, es importante evitar que el aire frío se acumule a la altura de la parvada cuando la temperatura se enfríe. Cuando las aves tienen frío, las tasas de crecimiento disminuyen y el bienestar puede verse comprometido por otros problemas de salud, como la quemadura del corvejón. La quemadura del corvejón ocurre cuando la ropa de cama se moja debido a la condensación en la acumulación de aire frío a niveles bajos.

Las entradas en el invierno deben estrecharse para que el aire entre a una presión más alta y en ángulo para forzar los flujos de aire hacia arriba y evitar que enfríen directamente la parvada al nivel del piso. El cierre de las entradas laterales para garantizar que el aire frío sea forzado a lo largo del techo hacia los ventiladores de techo significa que, a medida que cae, pierde algo de su humedad y se calienta antes de llegar al piso.

La calefacción complica aún más el panorama en invierno, especialmente con los sistemas más antiguos. Aunque las temperaturas más altas pueden ayudar a reducir el exceso de humedad, los calentadores de gas utilizan aproximadamente 15 litros de aire para quemar 1 litro de propano mientras producen CO2 y agua. Abrir la ventilación para eliminarlos puede, a su vez, traer aire frío y húmedo que requiere más calentamiento, lo que crea un círculo vicioso y el sistema de ventilación comienza a luchar por sí mismo. Por esta razón, los sistemas modernos funcionan utilizando un software más sofisticado que crea márgenes alrededor de las mediciones de CO2, amoníaco y humedad. El grado de flexibilidad significa que el sistema nivela gradualmente estos elementos en lugar de hacer reacciones instintivas una tras otra.